Calderas de aceite caliente con combustibles líquidos y gaseosos son equipos de calefacción utilizados para cubrir las necesidades de calefacción en instalaciones industriales, edificios grandes y en la generación de energía. Estas calderas generan calor a altas temperaturas utilizando combustibles líquidos (como diésel o aceite combustible) o combustibles gaseosos (como gas natural o propano). Este calor se almacena en aceite caliente (aceite térmico o de transferencia de calor). La temperatura producida se transfiere a los sistemas de transferencia de calor dentro de la instalación.
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Suministro de combustible: El combustible líquido o gaseoso se transporta al interior de la caldera mediante sistemas de suministro de combustible especializados o conexiones directas. Estos combustibles se llevan a la cámara de combustión o unidad de quemado de la caldera para someterse al proceso de combustión.
Cámara de combustión o unidad de quemado: Los combustibles líquidos o gaseosos arden en la cámara de combustión o en una unidad de quemado especializada. Durante la combustión, se generan productos de combustión (calor y gases de desecho).
Transferencia de calor: La alta temperatura y energía generadas durante la combustión se transfieren al aceite caliente a través de tubos que atraviesan el interior de la caldera. El aceite caliente absorbe y transporta este calor.
Almacenamiento y distribución de calor: El aceite térmico dentro de la caldera de aceite caliente mantiene y almacena la alta temperatura. Este aceite caliente se transfiere a sistemas o procesos dentro de la instalación para satisfacer las necesidades de energía. La transferencia de calor generalmente se realiza mediante intercambiadores de calor o sistemas de generación de vapor.